Una nueva regulación sobre el manejo de la cosecha de salmónidos en Noruega ha generado un arduo debate entre aquellos que defienden la mejor calidad de los productos y los que exigen el bienestar animal.
Dicha norma obligaría a los encargados de realizar esta tarea, a optimizar sus técnicas anestésicas antes de cosechar al pez.
En el pasado, según informó Intrafish, la mayoría de las empresas utilizaban dióxido de carbono (CO2) para paralizar al salmón, una práctica altamente criticada por defensores de los animales.
Como parte de la nueva normativa, las empresas debían contar con una nueva técnica -como aturdir al pez de forma eléctrica o a pulso- a contar del 1 de junio de 2008.
Sin embargo, el reclamo de la industria del salmón del país nórdico no se hizo esperar, argumentando que dicha legislación merma la competencia de Noruega con otras naciones productoras. Este reclamo obligó a los legisladores a retrasar su puesta en marcha hasta el 2010.
Algunas compañías aseguran que esta nueva técnica reduce la calidad del salmón, ya que residuos de sangre quedan en el producto final.
Para el procesador noruego de Sekkingstad, Per Johnny Boe, más que reclamar, las compañías deberían concentrarse en encontrar nuevas formas de prevenir los problemas. "Nuestro mayor inconveniente es el desangramiento que se produce luego de aturdir a los peces con electricidad".
"Pero hemos logrado contrarrestar los inconvenientes, aumentando la capacidad de los estanques, extendiendo el tiempo de desangramiento y asegurando la buena circulación del agua en los mismos", aseguró.
http://www.aqua.cl/noticias/index.php?doc=24903