La organización internacional de conservación marina, Oceana, solicitó hoy al Gobierno poner freno a la expansión de la actividad salmonícola hacia el sur del país, a través de la suspensión de los otorgamientos de concesiones en las regiones de Aysén y Magallanes.
En una carta enviada por la organización al Ministro de Economía, Hugo Lavados, Oceana expresó su preocupación ante el inminente desarrollo de esta industria en ambas regiones, y lo instó a suspender la entrega de nuevas concesiones, al menos hasta que se haya terminado de revisar y modificar la normativa aplicable al sector acuícola. Este proceso de revisión lo está llevando a cabo la Mesa de Trabajo sobre Salmonicultura convocada por este mismo ministro.
“Seguir entregando concesiones acuícolas mientras se está revisando la normativa que regirá al sector salmonero en los próximos años no sólo es inconveniente, sino que genera dudas sobre la real disposición a querer abordar en profundidad los problemas ambientales y sanitarios de la salmonicultura a través de la Mesa del Salmón. Lo lógico es suspender el otorgamiento de nuevas concesiones en Aysén y Magallanes mientras no se demuestre que la crisis de la industria salmonera está efectivamente controlada y se defina el futuro del sector”, señaló al respecto Alex Muñoz, director Ejecutivo de Oceana.
Para esta organización, el Gobierno no puede seguir desconociendo los altos impactos ambientales del cultivo intensivo de especies como el salmón, cuyo cultivo ha generado un alto pasivo ambiental y sanitario a la Región de los Lagos. “Al ver los problemas provocados en dicha región, se hace evidente la necesidad de hacer una profunda evaluación de los costos e implicancias ambientales y sanitarios provocadas en esa zona, antes de decidir impulsar una expansión de la industria hacia el sur de Chile, sobretodo cuando ya se tienen noticias de los primeros brotes de virus ISA en la zona de Magallanes”, agregó Muñoz.
Cabe destacar que actualmente hay 1.249 solicitudes de concesiones acuícolas en trámite para la Región de Magallanes, cifra que aumentaría en un 1.303% el número actual de centro de cultivo en esa región. Para la región de Aysén en tanto, a febrero de este año había 1.262 solicitudes de concesiones en trámite.
“Las condiciones naturales de los ecosistemas marinos de estas zonas australes son las que se ven gravemente amenazados por los impactos ambientales negativos de la salmonicultura, en especial aquellos asociados al uso excesivo de antibióticos, a la descarga de nutrientes, a los perjuicios en los recursos bentónicos, al escape masivo de salmones y a la perturbación de paisajes únicos en el mundo”, concluyó el Director Ejecutivo de Oceana.
La expansión salmonera hacia Aysén y Magallanes implicará, además, aumentar el transporte marítimo con los consecuentes impactos ambientales que ello tiene asociado, e incrementará los trabajos de infraestructura vial lo que podría afectar áreas silvestres protegidas y otros sitios de importante valor ecológico. Por último, a juicio de Oceana, el desarrollo de esta actividad generará importantes transformaciones socioculturales al incrementarse fuertemente los flujos migratorios hacia la zona.
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